Siguiendo con el post de la baraja española hay unas tiradas que me gustaría compartir.
Una de las más tradicionales y más conocidas es la "Tirada Gitana" que se realiza con 40 cartas, es decir, excluyendo los ochos y nueves, que nos hablan de un plano más espiritual.
Primero pedimos, como en cualquier tirada, que el consultante baraje las cartas y corte de forma normal, y tras eso, disponemos las cartas en cuatro hileras de 10 cartas.
Lo primero es identificar al consultante por su signo y sus características físicas.
Veamos este ejemplo para una mujer joven del signo, de Piscis que estará representada por la sota de copas.
Imaginemos que la consultante nos pregunta acerca de su relación de pareja, la cual es un chico joven y del signo de Escorpio. Según la siguiente tirada:
su pareja estaría representada por el caballero de copas, el cual está inmediatamente por encima de ella. Vemos que su chico, está muy inmerso en una importante actividad representada por el tres de bastos, el as de bastos y el seis de bastos por encima, que le puede reportar bastante beneficio a nivel profesional representado por el siete de oros, actividad que lo tendría totalmente absorbido y de la que tendría que, además dar cuenta a otras personas, representadas por los reyes de oros y espadas. Toda esa actividad le genera un stress que hace que haya cambiado la situación de pareja y del hogar de forma radicalmente negativa, por el as de copas y el dos de copas al revés.
Por otra parte, la consultante alberga sospechas de celos respecto a dos mujeres, a las que, en principio habría echado la culpa del distanciamiento de su pareja. Esos celos habrían ayudado a contribuir también, en gran medida a avivar el conflicto de pareja. Nada más lejos de la realidad, puesto que estas mujeres están entre espadas, que en este caso representarían el pensamiento de la consultante. Esos celos son, por tanto, infundados.
Finalmente, y si la consultante no pone de su parte, la relación acabará en posible ruptura, como bien nos dicen las últimas cartas representadas por el as de espadas, el cuatro y el caballo de bastos, el seis de copas hacia abajo, la sota de oros hacia abajo y el tres de espadas. Nuestro consejo para ella debe ser que, en estos momentos, olvide sus celos infundados, y que colabore en lo posible a que su pareja no se sienta agobiada en el hogar y en la relación.
Una tirada tradicional, que seguramente habéis visto para la relación de pareja y el amor es la llamada "Cruz de San Andrés" para la que se usa la baraja de 48 cartas y cuya disposición es la siguiente:
La diagonal de la izquierda representa al consultante y la de la derecha a la pareja o la persona sobre la que quiere consultar. Ambas diagonales se cruzan en la carta número 5 que es la que resume la tirada.
Otra tirada que me gusta y que hago para consultas específicas de amor sería la "Tirada del descarte".
Esta tirada consiste en coger las cartas y, en la primera tirada tiramos cuatro cartas y descartamos las cartas menores del mismo palo. Seguidamente, encima de las cartas y huecos anteriores se disponen otras cuatro cartas y hacemos la misma operación de descarte hasta acabar el mazo. La siguiente ronda hacemos lo mismo pero, esta vez, en vez de cuatro cartas, tiramos solo tres. Finalmente hacemos dos rondas de dos cartas.
Disponemos finalmente las cartas que no hayamos podido descartar en una sola línea y las interpretamos teniendo en cuenta que el hombre y mujer físicos son el as de oros y el as de copas, y el hombre y la mujer mentales, es decir, su pensamiento, son el as de espadas y el as de bastos.
Imaginamos una tirada para un joven y que, tras los descartes, nos quedan las siguientes cartas:
El hombre físico, representado por el as de oros mira hacia la mujer, pero la mujer no le corresponde, ya que el as de copas está hacia abajo y hay espadas entre ellos. Físicamente se interpone otro hombre, que al ser rey de espadas puede ser el marido o prometido de la mujer. En cuanto a la cuestión mental vemos que entre el pensamiento de la mujer y del hombre, se interpone otro hombre, que seguramente viene a ser el mismo marido o prometido de la mujer. Entre el hombre físico y su pensamiento, vemos también al mismo hombre que se interpone una y otra vez en su meta. Además al estar la dama defragamentada, física y mentalmente, a los extremos de la lectura y próxima al hombre rival del consultante, podemos concluir, que el consultante no es correspondido porque está realmente enamorada del marido o prometido en cuestión.
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