Preparación de la sesión.

Antes de nada advertiré a los lectores de este blog de las tentaciones de caer en los tópicos típicos, que no tienen nada que ver con la realidad en la que nos solemos desenvolver las personas que nos dedicamos a esta temática.

Para empezar, el lugar en el que las sesiones se llevan a cabo debe de estar lo más despejado e iluminado posible. Conviene un ambiente limpio, ordenado y, sobre todo, donde entre mucha luz natural. La decoración de la sala debe de ser lo más minimalista posible, solo los muebles necesarios, procurando que estos sean lo más cómodos.

No tener en absoluto decoraciones superfluas. Si aconsejo, sin embargo, como ya mencionaré más adelante, el uso de alguna vela, e incluso de incensarios para potencias y limpiar el ambiente, pero con moderación, solo para añadir confort al conjunto.

Al inicio de cada sesión, aconsejo al consultado tomarse unos minutos para despejarse, relajarse e incluso ir a refrescarse a fin de estar siempre al 100%. Muchas sesiones de seguido pueden agotarnos y hacer que nuestro rendimiento se vea mermado.

Si alguna de las personas consultadas no nos da buenas vibraciones, cosa que las mancias nos pueden ayudar a corroborar, se procederá a limpiar el ambiente ventilando la habitación, limpiando nuestras manos e incluso los utensilios que estemos manejando, a fin de que dichas vibraciones no afecten al siguiente consultante.

Nunca hacer juicios premeditados acerca del consultante, ni tratar de prever, más allá, de la interpretación propia de la mancia utilizada en ese momento. De hecho, es mejor no conocer nada de la persona que consulta, a fin de no caer en la tentación de dejarnos llevar por nuestros juicios, los cuales influenciarían visiblemente la lectura pudiendo llevarnos a cometer errores.

Soy partidaria de no realizar estas actividades el sábado, por ser el día de Saturno, y no ser, tradicionalmente, un buen día para los temas que nos ocupan, pero cada uno es libre.

Desde luego, antes de tratar de interpretar para otros, lo primero es  tratar de interpretar para uno mismo, hasta que consideremos que dominamos, sin ninguna duda ,la interpretación de la mancia que estemos practicando.