Introducción

Para empezar y, desde mi experiencia personal, os diré que, para mí, la magia es todo aquello que la ciencia, a día de hoy no ha podido explicar.

Parto desde el principio físico de que todas las cosas están formadas por átomos y que, por tanto todas participan de cierta energía interna común que las relaciona, haciendo que todo forma parte de la llamada Energía Universal.

Esa energía interna, que comúnmente llamamos "vibraciones", porque esas partículas están también siempre en constante vibración, es lo que compone la magia, y en concreto es más importante, si cabe en la rama de adivinación.

Cuando conocemos a una persona, tenemos hacia ella un sentimiento, unas "vibraciones", lo que hace que nos formemos una opinión de ella, anticipando, en cierta forma, si la relación que pudiéramos llegar a tener con ella nos afectará de forma positiva o negativa, del mismo modo, hay situaciones que componen nuestro entorno que también nos generan "vibraciones", haciéndonos prever también de que forman nos afectarán, incluso, objetos generan hacia nosotros sensaciones, positivas o negativas.

Cierto es que hay personas que tienen mayor facilidad que otras para captar esas vibraciones, es decir, que son más intuitivos que el resto, pero con dedicación se puede llegar a potenciar la captación de esas señales, lo que nos ayudará a tomas mejor las decisiones para encaminar nuestro futuro.