
Aunque en un primer momento el echar las runas parezca tan sencillo como dicen algunos, sacar la runa de la bolsa y si está al derecho es sí, y al revés es no, la cosa no es tan sencilla. Cada símbolo lleva implícitos muchos matices, los cuales hay que tener en cuenta en la interpretación. En realidad la cuestión exacta no es la de plantearse una pregunta, sino un tema, por poner un ejemplo, si alguien va a iniciar una relación y quisiera saber si va a irle bien la pregunta a plantear en las runas no sería "¿Me va a ir bien con esta persona?" Y luego sacar una runa y si está del derecho es "si" y si está del revés "no". Sino que debemos de pensar en la relación que queremos iniciar en un modo más profunda teniendo en cuenta todos los elementos implicados. Por lo tanto la cuestión en la que debemos centrarnos en "Mi nueva relación". De esta manera, cuando extraigamos la runa tendremos que ver todos sus matices, no solo si está del derecho o del revés, sino que runa es, que significado tiene para que nos guíe y así poder actuar de la manera más conveniente.
Puede ocurrir que, en algún momento la runa no nos de la respuesta esperada, o su interpretación no se aplique a ese tema en cuestión. Eso es porque las runas nos estarán hablando de un tema que, para ellas, es más importante que la cuestión que has querido tratar, llamando nuestra atención sobre algo que, quizás de modo inconsciente estamos aplazando y que, de no solucionarla a tiempo, nos puede presentar problemas futuros. Este oráculo, igual que algunos otros, puede llegar a sacar algunos temas por cuenta propia si cree que es necesario, es decir, pueden priorizar temas e incluso, no dejarte consultar sobre otro tema hasta que no resuelvas el reto que te plantean. Por cierto que, aunque haya runas que se lean del derecho o del revés, puesto que hay nueve runas que se leen de la misma manera salgan como salgan puesto que su simbología es la misma de un modo u otro, el que una runa salga invertida no es motivo de alarma, simplemente es una llamada de atención sobre algún aspecto de nuestra vida, lo que puede ser una oportunidad para afrontar alguna situación que estábamos demorando, o que sea el momento adecuado para retomar algún tema que habíamos dejado aparcado.
Por último un consejo antes de empezar a echar las runas, es deciros que podéis interpretar una runa tal como sale, pero también sería bueno interpretarla de la forma inversa a la que sale, si esto es posible. Esto favorece una visión de los dos aspectos, positivo y negativo de una situación, aunque, para llegar a esto necesitéis más práctica. Otra cosa que podéis hacer es combinar las runas con otro oráculo, en este caso, y como seguro que habéis seguido mis anteriores post, podéis usar cualquiera de los oráculos vistos hasta ahora. Con esto conseguiréis más amplitud. Por supuesto lo ideal, de echo, lo que ocurrirá, si lo interpretáis bien, es que ambos oráculos sean coincidentes, o cuanto menos complementarios, lo que siempre será enriquecedor. Ahora ya sabéis la razón por la que muchos de nosotros tenemos más de un oráculo sobre la mesa. Nunca viene mal una segunda opinión.
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