Cuando en una entrada anterior os mostré el significado de las runas o dije que, algunas de ellas formaban parte del llamado "Ciclo de Iniciación". En concreto son trece de las veinticinco runas, si contamos la runa de Odín. Hoy hablaremos de ese ciclo de iniciación que se centra directamente en el mecanismo de la autotransformación.
Estas runas son trece:
Siempre que en una tirada os aparezcan por lo menos dos de estas runas, eso significará que el potencial de crecimiento se verá incrementado.
Estas runas se pueden utilizar solas, es decir, aislándolas del resto para realizar lecturas relacionadas con vuestro Yo Superior. Son para preguntas de gran profundidad referentes a nosotros mismos, a nuestra naturaleza y la manera que ésta afecta a nuestra vida. De hecho existe un ejercicio que nos puede resultar muy útil en momentos de incertidumbre o de cambios y transformaciones. El ejercicio consiste en meter solo estas trece runas en la bolsa. Luego sacaremos una runa que será la que nos muestre en qué punto nos hayamos. Después, para completar la perspectiva, metemos el resto de runas en la bolsa, incluida la que acabáis de sacar, y sacamos una runa que será la que nos ayude a decidir el mejor modo de actuar.
Os mostraré un ejemplo de este ejercicio para que veáis como funciona.
Vamos a poner primero las trece runas en la bolsa y supongamos que sacamos la runa Kano, que es la runa de la apertura y del fuego. Esto indicará que nos encontramos en un punto en el que empezamos a ver la luz, la oscuridad que estaba hasta ahora presente en nuestra vida se va disipando. En lo referente a las relaciones estaríamos en un buen momento porque empiezan a salir a la luz todas las cosa que hasta ahora han permanecido en la sombra y que no hacían otra cosa más que entorpecer. Quizás también haya llegado el momento, a la hora de aclarar las situaciones que nos vayan a ocupar, de dejar atrás alguna cosa para seguir avanzando, porque de lo contrario sería un lastre que se seguiría arrastrando y, a la larga, demoraríamos nuestro avance.
Una vez que sabemos el punto en el que estamos devolveremos esta runa a la bolsa, metemos el resto
de runas y vamos a sacar otra runa que será, como ya he dicho, la que nos complete. Supongamos que la runa sea Perth, la runa de la iniciación y el ocultismo. Esta nos indica que toda la transformación de la que nos hablaba la runa anterior viene dada, sin ninguna duda, de nuestro interior, por lo que tendremos que analizarnos en profundidad para liberarnos de todas las ataduras con el fin de conseguir ver esa luz, una luz que será como el fuego del Fénix, que nos hará resurgir de nuestras cenizas con una visión renovada de nuestra propia existencia
Vamos a poner primero las trece runas en la bolsa y supongamos que sacamos la runa Kano, que es la runa de la apertura y del fuego. Esto indicará que nos encontramos en un punto en el que empezamos a ver la luz, la oscuridad que estaba hasta ahora presente en nuestra vida se va disipando. En lo referente a las relaciones estaríamos en un buen momento porque empiezan a salir a la luz todas las cosa que hasta ahora han permanecido en la sombra y que no hacían otra cosa más que entorpecer. Quizás también haya llegado el momento, a la hora de aclarar las situaciones que nos vayan a ocupar, de dejar atrás alguna cosa para seguir avanzando, porque de lo contrario sería un lastre que se seguiría arrastrando y, a la larga, demoraríamos nuestro avance.
Una vez que sabemos el punto en el que estamos devolveremos esta runa a la bolsa, metemos el resto
de runas y vamos a sacar otra runa que será, como ya he dicho, la que nos complete. Supongamos que la runa sea Perth, la runa de la iniciación y el ocultismo. Esta nos indica que toda la transformación de la que nos hablaba la runa anterior viene dada, sin ninguna duda, de nuestro interior, por lo que tendremos que analizarnos en profundidad para liberarnos de todas las ataduras con el fin de conseguir ver esa luz, una luz que será como el fuego del Fénix, que nos hará resurgir de nuestras cenizas con una visión renovada de nuestra propia existencia